Aunque coinciden en varios puntos, hay algunas diferencias entre ambos conceptos. El turismo sostenible nace de una concienciación sobre temas medioambientales y pivota entre los tres puntos básicos de la sostenibilidad: economía, medioambiente y sociedad. Sin embargo, el ecoturismo, según se estableció en 2002 durante la Primera Cumbre Mundial en la Declaración de Québec, debe cumplir una serie de condiciones para que sea considerado como tal:
- Debe contribuir a la conservación del Patrimonio Natural y Cultural.
- Incluye a las comunidades locales en su planteamiento y bienestar.
- Interpreta el Patrimonio Natural y Cultural.
- Opta por viajeros independientes y grupos pequeños.
- Es sensible en lo que respecta al ámbito político, ambiental y social del destino.
- Opta por las energías renovables.
- Potencia la participación local para generar riqueza en la población rural.
La importancia del ecoturismo
Teniendo en cuenta el nuevo perfil del turista ecológico y las bases que conforman la amplia definición de ecoturismo, son muchos los beneficios que aporta. Entre ellos, el respeto por la naturaleza y, por tanto, por el mínimo impacto ambiental. Además, está el respeto por las tradiciones, la cultura local y la importante generación de ingresos para los habitantes del destino visitado.
Para The International Ecoturism Society (TIES) el ecoturismo es clave porque implica conservación, comunidades e interpretación. “Es un viaje responsable a áreas naturales que conserva el medioambiente, sostiene el bienestar de la población local e involucra interpretación y educación por parte del huésped y del personal que atiende”.